Pensando
en lo devastador del modelo capitalista, la acumulación sin freno y las
crisis financieras periódicas -que le dan ritmo y pulso a la economía
capitalista global (mercado financiero, mercado de armas, joyas, etc.)-
Aparece el código central de operación, el código económico que
despliega este sistema: dinero papel o financiero. Sujeto a crecimiento
constante, fuerza la realidad a través del crédito y somete
comprando/vendiendo libertades. Este código tiene como base una ética de
la acumulación, es competitivo, está basado en la desconfianza y es
intensamente individualista. Como código permite sólo una realidad y
está basada en las lógicas del consumo y acumulación de bienes
materiales y pago por servicios, entre otros. No se sale del mundo
material porque su objetivo es seguir creciendo y generando millonarios a
costa de una realidad con evidentes límites termodinámicos. Esto nos
lleva a un doble problema.
1)
Cómo modificar el enfoque económico, para liberarnos de un paradigma
mecánico de interpretación, de una realidad orgánica. Es absurdo
considerar los límites termodinamicos o la entropía como
externalidades.
2)
Respecto al valor. Todo necio confunde valor y precio. Así reza el
refrán y se refiere a quién pierde discernimiento y no es capaz de
diferenciar entre lo que vale algo versus el precio que pueda tener.
¿Cómo asignamos valor, bajo el reinado de la moneda papel/financiera?
Técnicamente lo hace el banco a través del interés. La tasa de interés.
Pero eso es justamente mezclar valor y precio. El medio se convirtió en
fin y cuando las cosas se acaban, se acaban. El dinero se convirtió en
callejón sin salida complicando el mundo de las necesidades, entorpece
la distribución y la provisión, al mismo tiempo que puede generar
inmensas desigualdades. Más bien se comporta como agujero espacial.
Deleuze
y Guattari en el Anti Edipo revisan el dinero y lo consideran la
"decodificación del deseo", lo vuelve transferible a un pedazo de papel y
quien lo pueda tener, abre un horizonte de preferencias en una pequeña,
limitada y concreta realidad de necesidades. Es una economía tuerta.
Porque no asigna valor, sólo lo hace posible a través de un mercado de
preferencias, distorsionando el viejo dilema de distribución y
provisión, cuando su verdadero juego no es el valor, sino el precio y
sus propios bolsillos. Aquí es donde caigo en una cosa como
www.steemit.com, el nuevo paradigma de las cryptomonedas y el mundo de
blockchain. Francamente es otra realidad, en mi opinión vuelve aún más
patética la otra realidad económica de la que estaba hablando recién, la
del papel dinero.
A
veces pienso que es un síntoma de otra cultura, una cuyo centro es las
libertades tanto grupales, como individuales. La no aceleración de la
moneda (restricciones a la tasa de interés), el enjambre, los mineros y
la seguridad tal como está planteada para las transacciones es brillante
desde la perspectiva colaborativa especialmente. Pero lo que más me
alucina, es la capacidad de asignar valor, nótese, se asigna un precio,
pero normalmente está asociado a un valor fuera de ella (de la
cryptomoneda). No obstante tiene la capacidad de asignar valor
dependiendo de la creatividad de quién la crea y eventualmente la usa.
Un buen ejemplo es steemit, red social cuya propuesta de pagar a los
usuarios por publicación de contenido altamente valorado como bueno
(like), por parte de los mismos usuarios, le da vida a otro animal
nuevo, con vida propia igual que Ehterum, bitcoin y varias más. Steemit
paga en cryptomoneda Steem que se transa como una cryptocurrency más. En
resumen es una selva y tiene variada fauna, se comporta como un ente
orgánico.
A continuación dejo una cita que funciona como reminiscencia de este nuevo síntoma cultural:
"Además,
la confianza es otra de las característica intrínseca del sistema.
Desde el punto de vista jurídico el bitcoin sería un bien patrimonial,
privado, incorporal, digital, en forma de unidad de cuenta, creado
mediante un sistema informático y utilizado como medida común de valor
por acuerdo de los usuarios del sistema. Es un bien mueble, fungible,
identificable e irrepetible pero divisible. Pero no es dinero, no es
dinero electrónico ni tiene valor mobiliario, se trataría de bienes
patrimoniales que son tomados como medida común de valor en sistemas de
intercambio económico, cerrados, cooperativos y descentralizados,
ajenos al dinero fiduciario estatal, y basados en la confianza y acuerdo
de los usuarios del sistema" Blockchain - Wikipedia.