miércoles, 28 de junio de 2017

Valor y precio, no se confunda, necio!

Pensando en lo devastador del modelo capitalista, la acumulación sin freno y las crisis financieras periódicas -que le dan ritmo y pulso a la economía capitalista global (mercado financiero, mercado de armas, joyas, etc.)- Aparece el código central de operación, el código económico que despliega este sistema: dinero papel o financiero. Sujeto a crecimiento constante, fuerza la realidad a través del crédito y somete comprando/vendiendo libertades. Este código tiene como base una ética de la acumulación, es competitivo, está basado en la desconfianza y es intensamente individualista. Como código permite sólo una realidad y está basada en las lógicas del consumo y acumulación de bienes materiales y pago por servicios, entre otros. No se sale del mundo material porque su objetivo es seguir creciendo y generando millonarios a costa de una realidad con evidentes límites termodinámicos. Esto nos lleva a un doble problema. 

1) Cómo modificar el enfoque económico, para liberarnos de un paradigma mecánico de interpretación, de una realidad orgánica. Es absurdo considerar los límites termodinamicos o la entropía como externalidades. 

2) Respecto al valor. Todo necio confunde valor y precio. Así reza el refrán y se refiere a quién pierde discernimiento y no es capaz de diferenciar entre lo que vale algo versus el precio que pueda tener. ¿Cómo asignamos valor, bajo el reinado de la moneda papel/financiera? Técnicamente lo hace el banco a través del interés. La tasa de interés. Pero eso es justamente mezclar valor y precio. El medio se convirtió en fin y cuando las cosas se acaban, se acaban. El dinero se convirtió en callejón sin salida complicando el mundo de las necesidades, entorpece la distribución y la provisión, al mismo tiempo que puede generar inmensas desigualdades. Más bien se comporta como agujero espacial. 

Deleuze y Guattari en el Anti Edipo revisan el dinero y lo consideran la "decodificación del deseo", lo vuelve transferible a un pedazo de papel y quien lo pueda tener, abre un horizonte de preferencias en una pequeña, limitada y concreta realidad de necesidades. Es una economía tuerta. Porque no asigna valor, sólo lo hace posible a través de un mercado de preferencias, distorsionando el viejo dilema de distribución y provisión, cuando su verdadero juego no es el valor, sino el precio y sus propios bolsillos. Aquí es donde caigo en una cosa como www.steemit.com, el nuevo paradigma de las cryptomonedas y el mundo de blockchain. Francamente es otra realidad, en mi opinión vuelve aún más patética la otra realidad económica de la que estaba hablando recién, la del papel dinero. 

A veces pienso que es un síntoma de otra cultura, una cuyo centro es las libertades tanto grupales, como individuales. La no aceleración de la moneda (restricciones a la tasa de interés), el enjambre, los mineros y la seguridad tal como está planteada para las transacciones es brillante desde la perspectiva colaborativa especialmente. Pero lo que más me alucina, es la capacidad de asignar valor, nótese, se asigna un precio, pero normalmente está asociado a un valor fuera de ella (de la cryptomoneda). No obstante tiene la capacidad de asignar valor dependiendo de la creatividad de quién la crea y eventualmente la usa. Un buen ejemplo es steemit, red social cuya propuesta de pagar a los usuarios por publicación de contenido altamente valorado como bueno (like), por parte de los mismos usuarios, le da vida a otro animal nuevo, con vida propia igual que Ehterum, bitcoin y varias más. Steemit paga en cryptomoneda Steem que se transa como una cryptocurrency más. En resumen es una selva y tiene variada fauna, se comporta como un ente orgánico. 

A continuación dejo una cita que funciona como reminiscencia de este nuevo síntoma cultural:

"Además, la confianza es otra de las característica intrínseca del sistema. Desde el punto de vista jurídico el bitcoin sería un bien patrimonial, privado, incorporal, digital, en forma de unidad de cuenta, creado mediante un sistema informático y utilizado como medida común de valor por acuerdo de los usuarios del sistema. Es un bien mueble, fungible, identificable e irrepetible pero divisible. Pero no es dinero, no es dinero electrónico ni tiene valor mobiliario, se trataría de bienes patrimoniales que son tomados como medida común de valor en sistemas de intercambio económico, cerrados, cooperativos y descentralizados, ajenos al dinero fiduciario estatal, y basados en la confianza y acuerdo de los usuarios del sistema" Blockchain - Wikipedia.

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