¿Existe vida en el espacio? ¿Existe vida más allá de la que conocemos en nuestras fronteras terrestres? Para muchas personas este tipo de preguntas son obvias, ingenuas e incluso motivo para retirarse de la discusión. Desde la tradición filosófica-griega o aristotélica-científica, respecto a la utilización de la razón y las comprobaciones empíricas, existe una válida razón para hablar de ese tema, a saber, los humanos.
Sólo por dar una vuelta, el incesto del que habló Freud y Levi-strauss, es una "ley natural" impuesta por una tradición cultural occidental (Leer totem y tabú de S. Freud). No podemos negar que si tienes hijos con tu hermana, es probable que salgan defectuosos, o para restringirnos a la misma tradición epistemológica-griega-aristotélica-científica, si juntamos muchas veces genes parecidos, es probables que lleguemos a una decadencia biológica y física, como es el caso de muchas noblezas tradicionales e históricas, que tuvieron problemas de hemofilia, etc, etc, etc.
Lo anterior, sólo legitima el hecho de que es conveniente tener hijos con mujeres que traen una carga genética distinta a la tuya. Básicamente porque lo dice la tradición de pensamiento griego (a saber: la razón). A estas alturas Ud. se preguntará, ¡¿Qué tiene que ver los extraterrestres y el incesto?! Bueno, tienen mucho que ver, de hecho los dos son enunciamos a través de la boca y los "entendemos" a propósito del lenguaje. Las normas, reglas y leyes que orientan y ordenan nuestro comportamiento y específicamente el comportamiento social, las erigimos a través del idioma, lengua, etc, etc, etc.
Vamos a fortalecer en términos de argumentación, esto último.
La tradición filosófica y particularmente la tradición epistemológica de occidente, habla sobre el tema de la "demarcación". El conocimiento se delimita por lo que es "válido" y "legítimo". Estas dos palabras tienen definición desde nuestras "lógicas" y "perspectivas" (grecia, de nuevo). Si lo quiere ver en otras palabras, esto del conocimiento científico provienen desde nuestra cultura, la misma que impuso algo tan discutido e inclusive tan "tabú" (permítaseme, por favor, la cacofonía), como el incesto. He aquí, el prólogo de nuestro tema central.
Hay que tener cuidado, de no caer en una colonización mental, o hegemonía cultural así como lo pensó Antonio Gramsci. Los Mapuches son hombres de la tierra, que han luchado durante mucho para combatir precisamente esto (véase la cantidad de longkos encerrados por causas de "amenaza terrorista" o derechamente léa "...escucha Winka..." impreso por editorial LOM). El absolutismo ideológico en términos de cómo es legítimo "conocer", sólo lleva a la construcción de seres-oveja. Individuos que rápidamente reconocen los códigos, legitiman el conocimiento revelado y actúan. Realizando así, prácticas sociales tales como la imposición cultural de la "Ley natural" como el incesto, o como una postura determinada respecto a la vida fuera del planeta tierra, a saber: los extraterrestres.
Tal como lo hacen las religiones, al imponer creencias para orientar ciertamente prácticas sociales, creo yo, se impone hoy en día el conocimiento científico, de tradición griega, elaborado por el germen mejor desarrollado y adaptado a nuestro entorno, la razón.
Ahora, ¿Cómo se puede conectar con los extraterrestres, el incesto y a la razón? Veamos, qué dice la razón respecto a los extraterrestres (porque ya hablamos sobre la razón y el incesto, aunque lo haremos de nuevo). Sin ir muy lejos, creo que la razón se restringiría, en primer lugar, a ver qué evidencia tiene sobre el tema. A partir de aquello, resolverá si lo que se habla de los extraterrestres es legítimo o ilegítimo. Es decir, si a caso es conocimiento académicamente reconocido científico, o en su defecto, simplemente, es literatura. Tema de suma importancia.
Esto, para mi, corresponde a un verdadero oxímoron. Absurdo digo, porque rechazamos formas de conocer simplemente porque provienen de seres límites, como los humanos. La demarcación que se establece en el debate epistemológico, revela a esta forma de conocer que tenemos arraigada en occidente de manera cultural, como un problema absurdo, ya que rechaza de manera fuerte y cabal, relatos por no ser evidencia, es decir, ciencia v/s literatura. Entonces ¿Por qué nos casamos con el conocimiento científico a ese nivel? Probablemente, porque las prácticas sociales se inscriben en la legitimidad de la consciencia humana, a través de relaciones de poder impuestas por grupos dominantes, como es el caso de la ciencia. No es que la ciencia sea mala, sino, que hay personas que la sobre-utilizan para fines políticos, es decir, para el beneficio de algunos...
En desmedro de estas personas que sobre-utilizan el respetable saber científico (no estoy bromeando), es preciso mencionar que, hay muchas cosas sobre las que la ciencia simplemente no responde, no porque no quiera, sino porque no puede, es decir, la ciencia como saber, tiene límites claros, diáfanos e insoslayables. Un claro ejemplo sobre esto, son los extraterrestres. Justamente la literatura que hay del tema, para mi gusto incluye relatos ancestrales (como los escritos sánscritos) de la tradición religiosa hindú.
El Buda que todos probablemente conocemos, corresponde al iluminado número 28 de la mitología hindú. Esto quiere decir, que en el pasado y según la tradición hindú, han existido otros 27 budas o seres que llegaron al Nirvana. El más llamativo (y el único que tiene explicación en Wikipedia junto con el clásico Buda Gautama, Sidahartta.) es un sabio divino llamado Narada.
Entre otras cosas, este sabio divino, también es conocido por su capacidad de volar. Así es, volar. Se le conoce también como el sabio volador que tocaba música. Resulta que según la mitología Hindú, Narada, tenía la capacidad de volar entre planetas, llevando su iluminación a otros lugares del espacio universal que nos contiene. Además, el sabio aparece tocando un instrumento (vina) que, dicho sea de paso, existe hasta el día de hoy (y probablemente desde tiempos inmemoriales) en la música hindú, una de las más complejas, antiguas y extrañas formas musicales de la tierra, ya sea en términos rítmicos, de percusión y tiempos, como también en composición, armonía y traspaso de conocimiento (de hecho es oral, no se escribe en pentagrama como la occidental, la que Weber tanto idolatra).
Después de todo esto, ¿Qué es legitimo creer o no creer? ¿Qué es legítimo entender o no entender? ¿Qué es legítimo conocer o no conocer? ¿Qué tan útil es la ciencia como para conocer el mundo tal y como lo entendemos? ¿Qué tan válido es colonizar hegemónicamente a través de ella, así tal y como todos lo hacemos? Entonces insistimos... ¿Qué tan válida es la literatura en comparación a la ciencia? A caso, ¿Todo esto del "conocimiento" no es un verdadero oxímoron?
Felipe Queirolo.
Joaquín García.
Kevin Betancourt.
Renard Betancourt.
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